Un paisaje diferente

La estepa es un bioma peculiar allí donde se encuentre. Sus características fundamentales se caracterizan por tener un suave relieve o ligeramente ondulado, una amplia oscilación térmica, precipitaciones escasas e irregulares y vegetación arbustiva adaptada a las características propias que dan cobijo a multitud de animales terrestres y aéreos.

En el caso de Aragón, la estepa zaragozana es una de las más representativas de España debido a sus interesantes poblaciones de aves esteparias. Su clima Mediterráneo continental, actúa en zonas de yesos lo que provoca un relieve característico en los que la erosión en barrancos se da de manera habitual. Además, el fuerte Cierzo excava pequeñas depresiones y socava la base de las zonas rocosas. Las escasas precipitaciones, de carácter torrencial, ayudan a disolver las sales procedentes de yesos y originar en numerosas ocasiones lagunas estacionales de agua salada.

Las formas de vida dadas en este territorio están especialmente adaptadas para sobrevivir en estas duras condiciones de vida. Alguna de las características presente son los tejidos protectores de la evaporación, hojas diminutas o con sustancias aromáticas, diseminación de sus semillas aprovechando el Cierzo, poca exigencia de agua y nutrientes con pequeños bulbos enterrados y, en ocasiones como en el caso de las aliagas, defensas ante los animales herbívoros.

Según el suelo presente, aparecen distintas especies. En estas zonas halófilas aparecen especies como las Salicornias, el Limonium o los Tamarices. Por el otro lado, en zonas de yesos son frecuentes los Tomillos, Jarilla, o el Albardín.
Para finalizar, predominan gramíneas y arbustos de porte bajo como el Enebro en zonas mas húmedas, el Erizón o el Escaramujo.

PRESENCIA HUMANA:

El hombre ha estado presente en la estepa desde la antigüedad. En la Edad Medias, esta zona fue lugar común para la ganadería ovina. Es por ello que es común la presencia de parideras, balsas y aljibes en todo el territorio. Asimismo, se ha dado un uso de secano para esta zona, debido a las vastas planicies y facilidad para implantar una mano de obra modernizada. La recolección del esparto o el albardín ha dado paso al cultivo de trigales y cebada mediante una optimización de los recursos hídricos.

La estepa zaragozana es un lugar de constantes cambios. Según el periodo en el que el visitante decida acercarse a ver este paraje, puede observar un sinfín de diferentes cambios.
Durante la primavera, las lluvias a finales de marzo y abril provocan el rápido crecimiento de una gran cantidad de especies vegetales. Sumado al incremento de las temperaturas y el mayor número de horas solares, las aves hacen acto de presencia y pueden verse un gran número de las mismas. Esta climatología más propicia provoca el rápido crecimiento y aparición de los insectos, sapos o numerosas flores.

En verano, las altas temperaturas y ausencia de agua provocan el marchitamiento de todas las especies vegetales que tan fuerte se desarrollaron en primavera. Durante el día, únicamente se pueden apreciar los reptiles como la lagartija colirroja, escarabajos y algún que otro escorpión. El resto, esperan a las primeras o ultimas horas del día para salir y aprovechar unas temperaturas más frescas.
Durante el otoño y aprovechando un segundo régimen de pluviosidad, vuelven a aparecer plantas como los sisallos, los cuales, si hay viento suelen verse rodar por la grandes llanuras esteparias. Los pequeños animales aprovechan las semillas esparcidas durante el verano para aprovisionarse de cara al invierno y numerosas aves comienzan a migrar hacia lugares más propicios.
Por último, durante el invierno, este espacio parece un lugar deshabitado, aunque puede verse algunas aves en grandes bandos o pequeños mamíferos. El resto de animales, aprovecha para descansar y resistir a las inclemencias climatológicas formadas por grandes rachas de vientos, frías temperaturas y nieblas diarias.

RECOMENDACIONES PARA DISFRUTAR DE LA ESTEPA

Pese a lo diversa y variada que puede ser la estepa Zaragozana a lo largo de todo el año, se recomienda visitarla durante los meses primaverales y otoñales. Son en estos meses cuando, precisamente hay una mayor cantidad de especies vegetales en flor y los animales se dedican a salir de sus escondites. Aprovechar las horas de luz y las buenas temperaturas permiten tanto al visitante no iniciado como al experto disfrutar del potencial que la estepa ofrece.

Observar los comportamientos animales, reconocer las flores vegetales o los tonos cálidos e intensos del atardecer para realizar fotografías son algunos de los atractivos naturales que este espacio ofrece.


Todo ello, ha de realizarse con una determinada precaución. Se recuerda que una gran cantidad de especies vegetales se encuentran protegidas y prohibida su recolección al igual que con la fauna. Además, estos lugares donde los yesos y en determinados lugares arcillosos se vuelven en numerosas ocasiones impracticables debido a las lluvias. Asimismo,  tanto en invierno como en verano se recomienda llevar el material óptimo para cada época debido a las bajas o altas temperaturas dadas.
Para poder observar las aves de la zona, se recomienda ubicarse cerca de alguna balsa o punto de agua, lo mejor camuflado que se pueda en la medida de lo posible, sobre primeras/últimas horas del día ya que es su periodo de máxima actividad. Además, en estas zonas de balsas, se recomienda extremar el cuidado con los mosquitos y otros animales como escorpiones o víboras, presentes en la zona.

En el caso de querer observar la flora y como ya se ha dicho antes, es recomendable no arrancar especies y, por el contrario, llevar pinzas, lupa y cámara fotográfica para interactuar como ellas. Asimismo, se recomienda extremar el cuidado con los movimientos, alterando el medio lo menos posible y dejando piedras o caminos como estaban.
Por último, recalcar la presencia del Centro de Interpretación de las estepas del valle del Ebro (Belchite), que es un edificio situado junto al Museo Etnológico el cual remarca la importancia de la estepa y la protección que se merece debido a sus singulares características. Asimismo ofrece diferentes actividades lúdicas así como maquetas, fotografías y representaciones de la fauna y flora existente.